Realmente no recuerdo cuando fue la última vez que tuve insomnio, pero de lo que si estoy seguro es que dos días seguidos no me había pasado.
Ayer, como a las 3 de la madrugada, cuando finalmente sentí que conseguiría dormir, comencé a escuchar ruidos afuera de la casa, me asomé a la calle y vi que era una perra que últimamente a utilizado nuestro jardín como su cama, pero esta vez venía acompañada de otros 3 perros que andaban de tras de ella y para evitarlos se escondía debajo de mi carro,en la cochera.
Pero le fue imposible burlarlos y estos la siguieron, atravesando las rejas angostas del patio, así que hacían más ruido, ladraban, total, un escandalo. Así que me levante para correrlos, les grité y funcionó.
Tan solo habían pasado 15 minutos aproximadamente, y comenzó el escandalo de nuevo; esta vez les eché agua, no con la intención de mojarlos, solo para asustarlos, pero igual que antes, se fueron y regresaron. Y así estuvieron casi toda la madrugada. Hasta mi esposa se levanto un par de ocasiones para echarles agua, pero solo funcionaba momentaneamente.
Me puse a pensar en qué podía hacer para impedirles la entrada, pero no la iba a hacer de carpintero y construir una barrera de madera o algo así a las 4 de la mañana.
Total, se llegó la hora de ir a trabajar; con tremendo desvelo pasó mi día laboral y llegué a casa, pensando yo que por los sucedido el día anterior, rápidamente iba a lograr dormir. Pero para sorpresa mía, no puedo dormir...otra vez.
Y hoy no se debe a estos caninos vagabundos que nos visitan de madrugada, ni a que tomé Rockstar, café o algo por el estilo, simplemente no puedo dormir.
Lo bueno es que mañana es sábado y no trabajo, además de que mis episodios insomnísticos me dieron algo de que escribir.
sábado, 21 de junio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario