lunes, 24 de agosto de 2009

Las aventuras del vino.

Hace menos de dos semanas, conocí lo que es un evento de la vendimia en L.A. Cetto. Gracias a un buen amigo que me invito de ultima hora ( no es reclamo). Fui sin mi mujer ya que solo había un boleto disponible, y aunque me divertí mucho, la extra/ne. Ahora, que si le preguntan a ella, dirá que me divertí de mas, ya que tome mucho vino.

Pero lo disfrute, estuve con buenos amigos, platicando de muchas cosas (mientras cantaba Cristian Castro), recordando viejos tiempos, haciendo llorar a algunos, en fin, estuvo muy bien.

Lo único malo fue que al final de la jornada como a eso de las 3:30am, de regreso en Tijuana, digamos que el vino no quizo seguir siendo parte de mi, mi calzado tampoco, prefirió irse con el carro que se rento para llevarnos y traernos, y lo peor de todo es que en mi embriaguez, le hable a mi mujer para decirle que ya iba para la casa, obviamente no podía manejar, y comencé a pelear, argumentando que me encontraba muy bien, y llegaría salvo y sano a casa. Cosa que hice después de dormir unas 3 horas en casa de mi amigo, sin recordar muy bien esa pelea telefónica, ni el porque de mis pies descalzos (bueno, los calcetines sobrevivieron).

En fin, para la otra ya se que se debe tomar mucha agua y estar botaneando, cuando se ingiere mucho vino.

1 comentario:

Esquina Tijuana dijo...

jajajaja qué final, ahora sólo me falta conocer otras mil 998 historias de ese mismo evento...